La frase



“Tan real como una fragancia”.
Jorge Drexler, Eco.



lunes, diciembre 21

Doce años de secuestro

En los doce primeros años de mi vida aprendí a caminar, a hablar, a escribir, a leer, a ir al baño y a peinarme, vestirme y comer sola. En los doce primeros años de mi vida comencé a ir al colegio, conocí mucha gente y fue cambiando de talla, tanto en zapatos como en camisas y pantalones. Por fortuna, mi mamá y mi papá fueron testigos del cambio. No sé cómo creció Johan Steven Martínez ni cómo han sido sus doce años de vida, lo único que sé es que a su papá, Libio José Martínez Estrada, lo secuestró las FARC el 21 de diciembre de 1997. En ese entonces, Johan Steven llevaba tres mese en el vientre de su mamá.

Este Cabo, junto a Pablo Emilio Moncayo (el hijo del "caminante por la paz"), está en alguna parte de la selva colombiana desde hace 12 años, luego de la Toma de Patascoy. Ésta fue llevada a cabo por aproximadamente 100 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en Patascoy (valga la redundancia), ubicado entre Nariño y Putumayo.

No sé si esta toma fue para luchar por lo que las FARC llama revolución o por pelear a favor del pueblo. Si es la segunda, me permito preguntar cómo luchan por éste si es a él mismo a quien le quitan tierras y lo secuestran. Claro, hay que entender que a Moncayo y a Martínez no los secuestraron en condiciones de campesinos precisamente; pero no hay razón ni excusa para tener retenida a una persona durante doce años. Aunque bueno, no me desviaré de mis ganas de hacer recordar. De esa "guerrilla" ya he hablado antes (http://devozparavos.blogspot.com/2009/01/de-guerrillero-insurgente.html).

Esa "guerrilla" tiene ciertos métodos, el secuestro es uno de ells. Las FARC utiliza la retención de personas para presionar al gobierno y para sostenerse. Por esta técnica muchos colombianos no creemos en ese grupo revolucionario puesto que el secuestrado sufre por, además del tiempo, las largas caminadas, los problemas de salud, las condiciones de salubridad, la mala alimentación, la humedad de la selva, los malos tratos y por el no ver a su familia.

Desde que un grupo haga esta clase de procedimientos no podrá ni deberá decir que busca lo mejor para el país. Lo mejor para la familia de Martínez, de Moncayo, para las familias de los otros militares y de los miles de campesinos que están secuestrados es que les devuelvan a su familiar. Lo mejor para Colombia es no olvidarse de las cosas.

Así que hoy recuerdo y les permito recordar el sufrimiento de esas y muchísimas más familias. No importa desde hace cuántos años o meses esté alguien secuestrado, lo que importa es que desde acá se haga algo por los de allá.

Lo que hago hoy es recordarles que desde hace doce años las familias Moncayo y Martínez esperan a Libio José y a Pablo Emilio. Porque hoy, hace doce años, fueron secuestrados 18 militares y quién sabe cuántos campesinos. Hoy, hace doce años, Moncayo y Martínez están en la selva. Nadie sabe si están encadenados o sueltos, vivos o muertos; lo que sí se sabe es que desde el 21 de diciembre de 1997 sus familiares no los ven y todo porque un grupo quiere dárselas de revolucionario.

Libio José Martínez Pablo Emilio Moncayo


domingo, diciembre 20

Crítica al cuento "anormal"


Los personajes de los cuentos suelen tener las mismas características: insomnio, vivencias que los hacen beber o fumar hasta perder la conciencia, una gran pena, algo por superar y siempre tienen una pena de amor; ya sea porque no se conseguió a ese ser querido, porque se fue o porque nunca llegó.

Jorge, a diferencia de los personajes de la mayoría de cuentos, no tiene un aire de bohemia ni tristeza.

Él se levanta todos los días y va a su oficina a trabajar en su exitoso empleo. Ser abogado fue una de sus mejores decisiones, no más por el entusiasmo que por la plata. A las siete de la mañana se despide de su espectacular esposa y les da un beso a sus dos hermosos hijos, quienes aún estudian en el Colegio San Ignacio. Sale de su casa propia y se va en su Megan para el trabajo.

A eso de las siete de la noche, sale del bureau para su casa. Al llegar, se sienta a la mesa con su espectacular esposa y sus dos hermosos hijos.

No trasnocha, no tiene penas de amor, no bebe más que el whiskey diario y no fuma por el olor que deja el cigarrillo impregnado en toda la ropa. Jorge no ha tenido que sufrir en exceso, no tuvo una madre alcohólica, un padre desaparecido o un hermano en la cárcel. Él lleva su vida de una manera normal, dentro de todo lo que puede significar esta palabra.

Perfectamente podría ser retratado en un escrito. Sin embargo, Jorge no es un personaje de cuento porque resulta que quienes escriben los cuentos no se interesan por la vida "normal". Siempre tiene que haber muertos, sangre, dolor. Siempre se tiene que buscar animar las sensaciones del espectador, y eso se logra con violencia o sexo.

Hay unos que cuentan el cuento sin necesidad de estos dos ingredientes. La manera en la que lo hacen es refugiarse en la vida bohemia y contar historias como las ya descritas (insomnio, alcohol, pena de amor, soledad).

Por eso, Jorge no podrá protagonizar ningún cuento con el que se gane algún premio o alguna conmemoración o simplemente algunos comentarios. Por esa razón, ni Jorge ni nadie que se parezca a él, será retratado en una película, en una novela, en un escrito o en cualquier otra cosa. Simplemente porque eso aburre a la gente, como ustedes se aburrieron con esta entrada.

Pero, ¿acaso no se han preguntado quienes escriben que lo "anormal" del cuento puede volverse monótono? Valiente gracia creer que uno se sale de la línea cuando está caminando por la misma raya de siempre, por la raya de lo "no normal".

viernes, diciembre 18

Muerte parcial sin pausas en el blog

Mi computador sobrevivió al cambio a Windows 7. No sobrevivió ninguna de mis carpetas. Maldita sea.

Bueno.

Por aquí estoy.

Computador muerto, blog pausado

Ha ocurrido un problema. En mi computador tengo dos sesiones: la mía y la de mi hermano. Evidentemente, mi cuenta es de donde se administra todo. Hace rato quería instalar Windows 7 y hoy lo iba a hacer. Por tal razón, me metí a mi cuenta y ¡oh, sorpresa!... mi cuenta no responde.

No abre. Simplemente me dice que mi perfil no se ha podido abrir. Lo que iba a hacer hoy era guardar todos los archivos que me interesaran e implementar Windows 7. Ahora, no sé qué hacer. Sigue sin abrirme. Esto lo escribo desde la cuenta de mi hermano. Y pues ya que lo perdí todo, intentaré instalar Windows 7 desde esta sesión, si me lo permite.

Yo sé que si un profesor hubiera leído esto me hubiera dicho: "No se entiende. A primera vista no se sabe cuál es el tema. Podría estar mejor estructurado". Si eso pasara en esta ocasión le respondería que acabo de perder todos los trabajos que me interesaban, toda la música (7 GB, aproximadamente), todas las fotos, todo lo que le he escrito a mi novio, todo lo que él me ha escrito, cuentos chéveres de otras personas, todas las pendejadas que he escrito, los reportajes serios que he hecho para las clases... ¡Carajo! Maldita dependencia.

Bueno, la idea era manifestarles que ya que perdí todo pues no queda nada más que apostar, esta vez por Windows 7. Desde hace rato mi computador está algo raro. Por esta razón es bastante probable que algo muy muy muy malo le pase al intentar instalar Windows 7.

La razón para esta entrada es darles a entender mi ausencia, si es que se da, espero que no. Si no escribo en una semana es que fijo se me dañó y ¡oh, Jesús! me quedé sin computador.

Bueno, espero solamente que no pierdan la información que tengan en sus equipos.

Ojalá, ojalá, éste sea un hasta pronto.

Pd: Si alguien sabe qué podría hacer por favor que me escriba a altivaysonante@gmail.com. Aunque no tenga computador, seguiré revisando correo y blog. Espero ayudas y consejos de los que sepan. ¿Debería instalar Windows 7 con el computador pifeto? ¡Ayuda!

miércoles, diciembre 16

Corrección Las preguntas de Gallup

Que pena con todos ustedes. En el texto Las preguntas de Gallup me equivoqué en cuanto a los datos de la muestra de la encuesta. Ni siquiera en todas las ciudades llega a 2,500 el número de entrevistas, como había dicho que era la cantidad sólo en Medellín. En realidad, hacen 1,000 encuestas: 400 en Bogotá, 200 en Medellín, 200 en Cali y 200 en Barranquilla.

Sólo por curiosidad: según el DANE, en esas cuatro ciudades hay 5,816,834 habitantes. Es decir, que la muestra para hacer las encuestas es de un 0,017% de esas cuatro ciudades. En cuanto a Colombia, representaría un 0,0022%, aproximadamente.

Disculparán la equivocación.

A la muestra: The Voca People

Voca: un planeta musical ubicado entre la Osa Menor y la Osa Mayor. Cualquier terrestre puede entender el lenguaje de allí.

Para los que no los han visto nunca, aquí les presento algo que me parece muy chévere: The Voca People. Sólo voces, sin ningún instrumento ni ningún efecto de sonido. Según traducciones del director musical de Voca, Shai Fishman, lo que van a ver es la historia de la música en tres minutos.

Ojalá la disfruten.

martes, diciembre 15

Su hombre perfecto

Ella lo mira hasta que él da vuelta hacia ella. Ella mira hacia su cuaderno, como si pudiera concentrarse. Él la mira a ella queriendo perderse.

Ambos se miran pero no se hablan. Se reconocen pero no se nombran. Se hablan pero sin palabras.

Siempre estuvieron juntos, sólo que no lo sabían. Ella lo esperaba a él desde que era pequeña. Él creyó que ella nunca podría existir pero guarbada su esperanza.

Se hablaron sin reconocerse aún. Ella le regaló una primera canción y luego se perdió en esos ojos; y él... bueno, él sigue siendo su hombre perfecto.


Las preguntas de Gallup

A eso de las siete de la noche, un día cualquiera de octubre, estaba en la cocina de mi casa con mi abuela. Sonó el teléfono y ella me dijo: "Conteste que eso debe ser para usted". Evidentemente así lo era, pues era yo quien debería responder las preguntas de la encuesta Gallup.

Yo vivo con mi abuela y mi hermano. Ambos untarían sus diez dedos de las manos de tinta para volver a votar por el presidente actual. Ambos creen en las Fuerzas Militares, en el Ejecutivo más que en el Judicial, en la seguridad y en otras cosas. Yo casi nunca estoy en mi casa, se podría decir que voy a dormir pues la mayor parte del día estoy afuera.

Por cosas del destino, ese día llegué antes de las nueve de la noche y mi hermano, que es el que se tira por el teléfono, no estaba. Si mi abuela hubiera contestado, hubiera respondido: "No, muchas gracias. No me interesa", sin siquiera haber dado la oportunidad de hablar al otro.

Pues bueno, contesté yo. La encuesta se hace en Bogotá, Cali, la Costa Atlántica y Medellín. En esta última ciudad, se hacen aproximadamente 2.500 llamadas. Afortunadamente fui una de las que respondió. Aunque lo importante no es qué respondí sino qué me preguntaron.

Empezaron a cuestionarme por ciertos aspectos. Que qué pensaba de la pobreza, del costo de vida, del estado de las carreteras y su seguridad (que pregunta tan reeleccionista ¿no?), de la salud, de la educación, de la seguridad en general, de la economía, de las relaciones internacionales, del narcotráfico y de la guerrilla. Luego me quedé pensando por qué no me preguntaron por los paramilitares aunque no sé qué hubiera respondido.

Después siguieron preguntándome que qué opinión me merecía Uribe, Lula Da Silva, Chávez, Correa y Obama. No nombraron ningún otro presidente. También me hicieron preguntas acerca de ciertos personajes del país como Fernando Araujo, el General Padilla, Óscar Naranjo y Juan Manuel Santos.

Evidentemente no podía faltar la pregunta de por quién votaría si las elecciones fueran yo no sé cuándo. Los posibles candidatos por quienes me preguntaron son, en el mismo orden de la encuesta, Juan Manuel Santos, Noemí Sanín, Rafael Pardo, Gustavo Petro y Sergio Fajardo. Esa era una ronda. Luego vino la segunda en la que además de esos posibles candidatos, estaba Andrés Felipe Arias. ¿Por qué en otra ronda? Me atrevería a decir que eso cambia los resultados.

Prosiguieron con una serie de preguntas acerca del sistema judicial (literalmente), de la Corte Suprema de Justicia, del Congreso, de la Fiscalía, de los medios de comunicación, de los sindicatos, de la clase empresarial, del Banco de la República, de la Contraloría y Procuraduría, de la ONU y de la Iglesia.

Me hicieron unas preguntas que nunca me imaginé que cuestionaran debido a que cuando leía las respuestas de encuestas pasadas, publicadas en la revista Semana o El Colombiano, no aparecían sino el 10% de lo que en verdad es la encuesta. Siempre he querido saber qué piensa la gente de los medios de comunicación. Claro que no se puede generalizar a toda Colombia por unas 10.000 respuestas hechas sólo en tres ciudades y una región. Valiente gracia.

Pero bueno, no nos perdamos que es ahora que siguen las preguntas que más me impresionaron.

- Responda con un siempre, a veces o nunca a la siguiente pregunta. ¿Sacrificaría usted la justicia por la paz?
- Nunca.
- ¿Está usted en acuerdo o desacuerdo con la relación del presidente Álvaro Uribe y los Derechos Humanos?
- Desacuerdo.
- ¿Sacrificaría usted la libertad por la seguridad?
-Nooooooooooooo.
- Respecto a la actuación que debe hacer el gobierno frente a la guerrilla, ¿usted diría que se necesita un acuerdo de paz o la guerra?
- Acuerdo de paz.

La encuesta duró 15 minutos y eso que hice record, según me dijo mi entrevistador. Al final, no podía creer la clase de cosas que me habían preguntado. Con razón tanto énfasis en las palabras de mis profesores de periodismo cuando me dicen que hay preguntas que ya indican cierta respuesta. En esa encuesta, sólo se preguntó de los temas que giran en torno a la reelección y al actual presidente.

Lo más curioso es que cuando salieron los resultados, los medios de comunicación no alardearon tanto como con el famoso 84% de popularidad de Uribe. Claro, qué iban a gritar cuando Uribe pasó de un 84% a un 64%, su peor porcentaje en los siete años que lleva en la Casa de Nariño.

La Bienvenida

Esperaba tanto escribir esta entrada. ¿Razón? Porque esta entrada marcaba mi regreso al blog, tanto al mío como a los de quienes me leen. Y no sólo eso, la bienvenida también es para la lectura de lo que yo quiera, para las salidas, para tantas rumbas que tengo por arreglar, para las dormidas hasta tarde, para el tiempo y para todo lo demás que se me ocurra.

La bienvenida la hago en general para mis vacaciones.

Ya regresé y haré lo posible porque los próximos finales no me alejen del blog. Ahora sí, la bienvenida a todos ustedes. Por aquí los espero con nuevos y mejores escritos. Por ahí los leeré. Bienvenidos los que me leen y los que me leererán.

Hasta pronto.

sábado, noviembre 28

Reparación: Una larga espera

“A mí no me da miedo hablar, ni mucho menos que me escuche alguien ‘indebido’. Cuando a uno lo desplazan y le matan a los seres queridos, las cosas cambian mucho”, Eduardo alza el tono de su voz y comienza el relato.


Eduardo Barrios es un antioqueño nacido en Caucasia el 31 de diciembre de 1957. Los paramilitares los desalojaron a él, a su mamá y a sus siete hermanos de una finca que tenían en ese municipio.


Desde que vive en Medellín, tiene dos tipos de días: los que va a la Alpujarra a buscar atención y los que se queda con su mamá para cuidarla. “Ella ya tiene 80 años, le ha tocado salir de su tierra, ver a un hijo enfermo y perder uno; además del hermano, el yerno y tres nietos, todos asesinados. Yo vine aquí porque de pronto iban a hacer ayudas administrativas para aligerar las cosas, pero Gerardo Vega dice que todavía hay que esperar a la presidencia. ¿Y mientras eso qué? ¿Se mueren mi hermano y mi mamá que están bien enfermos?”.


Además de Eduardo, otras víctimas del desplazamiento forzado se preguntan lo mismo en cuanto la rapidez del proceso. A esa cuestión, Gerardo Vega, coordinador de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación en Antioquia, responde que la restitución debe adecuarse más rápido porque hoy una tierra que está a nombre de otro demora en restituirse 14 años. “¿Y mientras eso qué?”, se cuestiona Eduardo.


Su tono de voz, su semblante y sus ojos cambian intentando responder a esa pregunta. Comienza a hablar más rápido y más duro, sin temor a que alguien lo oiga. “Las tierras que supuestamente le quitaron a los paramilitares no han vuelto a nosotros, eso lo tiene Uribe. O si no, ¿dónde está la plata que da Estados Unidos? ¿Y las tierras y el dinero que han dado los paramilitares? Se los estará comiendo el gobierno porque a nosotros no nos llega nada”.


Mientras Eduardo dice eso, Vega está en un recinto dando una conferencia acerca del desplazamiento forzado. “Los victimarios tienen que devolver los terrenos obtenidos, ya sea de manera lícita o ilícita. Si se apropiaron de una finca y el dueño la reclama pues hay que dársela. Pero si los paramilitares compraron una tierra por otros negocios y los dan en Justicia y Paz, el juez decide qué hacer con ellas”.


Hasta el momento, se ha sabido de 5 millones 500 mil hectáreas apropiadas por paramilitares en Colombia. De esas hectáreas, 7800 fueron devueltas al Fondo de Reparación a las Víctimas. Todos esos terrenos están en manos del fondo, excepto las 900 hectáreas que devolvió Salvatore Mancuso a una víctima en Córdoba y las 305 más 100 hectáreas entregadas en Turbo. Cuatro años después de la Ley de Justicia y Paz, se han entregado tres tierras a las víctimas. Las otras están en manos de Acción Social.


“Yo ya tengo todos los papeles listos para que me den una ayuda. Eso no es ni siquiera para mí, sino para mi mamá que está enferma. Llevo en esas más de dos años. Si espero más, mi mamá se muere y no le toca ver nada…-Eduardo se queda en silencio un momento, intentando recuperar el habla- Vaya uno a saber qué pasa con eso. Será hasta que el Presidente deje”.


Durante tres años de visitas continuas a Acción Social, Eduardo ha recibido 180 mil pesos, de los 370 mil que le habían prometido. “Eso me lo dieron el 28 de mayo de 2009 pero uno con eso ni come ni vive”.


Las víctimas de Eduardo


Hace unos pocos años, Eduardo vive en Medellín. Mientras rememora el cómo llegó a la ciudad, cuenta que a su hermano Adalberto Mejía lo desaparecieron el 15 de mayo de 2004 en un Cuturú, Caucasia. Además, acusa al jefe paramilitar Ramón Isaza de haber asesinado a sus sobrinos Eduard Ordoñez Atencia, Arides Eduardo Villamizar y Robert Ordoñez, a su cuñado Raúl Uragama y a su tío Julio Belencio.


El paramilitar Ramón Isaza se desmovilizó el 7 de febrero de 2006 e ingresó a la Ley de Justicia y Paz, prometiendo colaborar con la verdad, la justicia y la reparación. Cuando oye hablar de esa Ley, Eduardo se pone tenso y comienza a hablar a más velocidad. “Eso lo único que hace es darle sueldos a los victimarios: paramilitares y guerrilla. Las víctimas quedamos por fuera”.


Para explicar este fenómeno, Gerardo Vega argumenta que hace cuatro años, cuando nació esta Ley, lo más importante para el Estado y el Gobierno era convencer a los victimarios de que se desmovilizaran. El interés era asegurar su reincorporación a la sociedad mediante unas facilidades de estudio y de trabajo. “Pero ya la mirada está en las personas que fueron afectadas, que creo es lo importante”, explica Vega.


Como los todos sus días desde que están en Medellín, Eduardo Barrios vuelve a su casa esperando alguna llamada de Acción Social para confirmar algún dinero. “Si llega, esa plata va a ser para mi mamá. Apenas ella tenga esa plata, me voy de aquí a conseguir trabajo en otra parte. Esto aquí es muy duro”, termina de contar Eduardo, ya sin lágrimas y sin alterar la voz.

miércoles, octubre 28

A la muestra: El Caucanito

No todo es malo muchachos. Hay miles de cosas que pueden alegrar los días, que pueden lograr que las cosas cambien. Empezando porque cada uno haga algo porque las cosas cambien, claro está.

Pero bueno, como la vida también tiene cosas buenas, como la música, los amigos, los amigos con derechos, mi novio perdón el novio, en fin, aquí hay algo para que alegren su día o su noche.

Reír es bueno para la salud. Espero que sean bien saludables con este video de El Caucanito.


martes, octubre 27

Con amnesia y morfina

Que un muerto aquí, otro allá. Ayer hicieron el negocio del año, hoy se perdió la plata para hacerlo. Antes eran bombas y cuando éstas dejaron de estallar la gente creyó que en Medellín ya no había narcotráfico. Lo que pasa es que ya no viven con tanto escándalo, pero viven y matan como siempre.

“Lo bueno de aquí es que siempre hay noticia, siempre pasa algo”. Y pasan tantas cosas que ya nos volvimos inmunes al dolor, ya nos acostumbrados al desmembrado, desaparecido, asesinado, torturado, secuestrado y al desterrado. Ya olvidamos a todos a causa de la costumbre.


-¿Por qué lo imputaban?

- Por todo: secuestro, desaparición forzada, tráfico de drogas, porte ilegal de armas y homicidio. -Ahh, nada. Esas son las imputaciones de siempre.

La ilusión queda en que pasamos de la muerte a la esperanza. Unos carteles anunciaban que ‘A mí ciudad no vuelve la violencia’; la gente respondía ‘porque nunca se fue’.


Ya ni la ilusión, lo único que queda es ese efecto de la morfina para evitar el dolor de los actos y las consecuencias de la amnesia para olvidar que alguna vez leyeron y vivieron esto, para olvidar que lo seguimos viviendo día a día.

lunes, octubre 26

Monólogos dentro de un taxi

Sus vértebras están desviadas, comprimidas e inflamadas. Otra muestra más de que el cuerpo tiene un tiempo límite.

El Doctor Jiménez le dio una cita para ver si se necesitaba la cirugía. Luego de la consulta, ella estaba esperando un taxi afuera de la Clínica Medellín. Casualmente se montó en el mismo taxi que la había llevado esta mañana al banco.

-¿Hacia dónde vamos?
-A Laureles, por favor.

Después de algunas cuadras, él comienza a hablarle.

-Que tacos los de El Poblado. Aquí hay congestión a cualquier hora, especialmente a estas horas de la tarde, antes del Pico y Placa. La única hora en la que merma el tráfico es de 6 a 7, pero llegue antes de las 6 de la noche y están todas las mujeres luciéndose. Lo que pasa señora es que las amas de casa de por aquí hacen todo por la mañana y por la tarde salen en sus carros pintoretiadas hasta las orejas para que las vean. Se montan en carro sólo para atrevesar la Avenida del Poblado y visitar a una amiga que vive en frente. "Hola querida. ¿Ya viste mi nuevo carro? No, este no es el de mi esposo. Él está en la finca en estos momentos. Éste lo compramos como hace un mes". Para eso que cuando ellas se van a montar al taxi empiezan a hablar por celular. Cuando ya se montan le dicen a uno "Ay, que pena señor pero es que era una llamada muy importante desde Nueva York". Porque a ellas nunca las llaman de Barrio Colombia, de Lovaina ni siquiera de Laureles, sino de Nueva York.
-...

Después de que el taxista cantó aproximadamente 4 canciones, ella llega a su casa.

-Hasta luego señor, que esté muy bien. Muchas gracias.
(Eso sí es así, si uno quiere saber qué dice la mayoría de gente, es sólo hablar con un taxista)- piensa ella mientras el ascensor la sube al último piso del edificio.

Divina palabra, divina publicidad

La religión católica no puede huir a temas como la economía y la política. En los años 60, la iglesia promulgaba desde los púlpitos colombianos matar a los liberales, no dejarles ni una sola tierra. En ese tiempo, la iglesia se congraciaba con Rojas Pinilla y tantos otros 'pájaros', 'godos' o conservadores más para desalojar de sus tierras a cualquiera que fuera liberal.

Ahora, en pleno 2009, un padre de la Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, en Medellín, les dice a sus fieles que en las puertas están unos jóvenes recolectando firmas en contra de la Clínica de la Mujer. "Recuerde que nosotros los cristianos decimos sí a la vida, no al aborto". Imagino que eso estará pasando en todas las iglesias de la ciudad.

Para quienes no sepan, la Clínica de la Mujer era un proyecto de la Alcaldía de Medellín para crear un centro de salud en el que se atendiera solamente los casos de aborto despenalizados por la sentencia C-355 de 2006. Ésta dice que se puede abortar (sin carácter obligatorio) en caso de que haya malformación del feto, la vida de la mujer corra peligro, violación o inseminación artificial no consentida.

Ese pronunciamiento es totalmente válido, pero el hecho de no estar de acuerdo con el aborto no se puede relacionar con el no cumplimiento de una sentencia de la Corte Constitucional. Además de esta participación, está el juego en la economía para sostener la iglesia.

En verdad no sé cómo funcionan todas las iglesias católicas de Colombia pero me atrevo a hacer unas cuentas alegres de la Iglesia Santa Teresita en particular.

En esa iglesia hay, mal contadas, 90 bancas. En cada banca se sientan aproximadamente 4 personas, estando en una misa concurrida. Si seguimos estas cuentas, hay aproximadamente 360 personas, de las cuales 200 darán limosna. Debido al público que va a esta iglesia del barrio Laureles, vamos a poner una cifra promedio de 1.000 pesos de limosna voluntaria por cada persona, digo en promedio porque también dan billetes de 2.000, 5.000 y hasta de 10.000, al igual que monedas de 200 y 500. Siendo así, en una misa se pueden recoger hasta 200.000 pesos.

Las misas más concurridas son las del sábado a las 12 y a las 6 y las del domingo a las 7:30, 10, 12, 5 y 7. Eso sin contar los días festivos y ni qué hablar de los días en los que se celebra algo como la Semana Santa. Poniendo una cifra bastante baja, hablaremos de 7 misas concurridas cada semana en la que se cumplen mis datos de 360 personas, con 100.000 pesos de limosna en cada misa. En total serían $1.400.000 en un fin de semana y $5.600.000 en un mes, muy mal contados.

De ahí se saca la comida para el padre, la ayuda para las familias pobres, el sostenimiento de la iglesia y no sé qué otras cosas más.

Esta cifra de $5.600.000 es sólo de las limosnas, pero también está el aporte que mandan de Roma para las iglesias colombianas. Además, hay una caja que dice "Ofrenda para las almas del purgatorio". La caja tiene una pequeña ranura para billetes y monedas. ¿Cuánto se gastará en un día un alma en purgación? Será una investigación a tener en cuenta.

Aparte de todo esto de la ofrenda, la limosna y lo que recibe la iglesia, se venden espacios publicitarios en las lecturas del día.

La publicidad es de Tax Individual, una empresa de taxis de la ciudad. Este anuncio ocupa una cuarta parte del lado de atrás de la hoja. Hay que hacerlo notar, no vaya a ser que usted se caiga yendo a misa, mejor pida un taxi al 444 44 44.

Seguro que los padres de la iglesia católica debieron haber hecho un curso de manejo de la palabra y cómo publicitar una idea. Los felicito, lo están haciendo muy bien. No importa que la vida de la mujer corra más peligro en un aborto ilegal que con un médico especializado. Mejor recolectar firmas y vender espacios para una empresa de taxis.

Recuerde, Dios ama a quien da con alegría.

viernes, octubre 9

Mentira, mentira, mentira... verdad

Goebbels (el ministro de propaganda de Hitler) aseguraba que al decir mil veces una mentira, ésta se convertiría en verdad. No es que uno diga mil veces Beetlejuice y él aparezca de verdad, sino que la gente estará segura de que aparecerá.

La guerrilla está acabada, la guerrilla está acabada, la guerrilla está acabada y hasta se acaba en el imaginario de la gente. Claro, además de que los medios (casi a la misma vez) dejaron de hablar de la guerrilla y los paramilitares porque todo ahora es delincuencia común. La guerrilla o los paramilitares sólo existen cuando hay una incautación, un allanamiento, una detención o cualquier otra cosa por el estilo.

Caracol Radio, antes de las elecciones a la candidatura presidencial del Polo Democrático Alternativo y del Partido Liberal, invitó constantemente a Rafael Pardo a la cabina, otras veces (pocas) a Gustavo Petro. O los llamaban, o hablaban de ellos o sacaban encuestas para hablar de las altas posibilidades que ellos tenían de ganar. Preciso, ganaron.

Muchos dicen que Rafael Pardo es la opción que puede ganar y que es diferente a Uribe. Lo que muchos no saben es que él fue ponente de la primera versión del proyecto de la Ley de Justicia y Paz, fue senador por parte de Cambio Radical en 2002 y fue ministro de defensa en el mandato de César Gaviria (1990 - 1994). En ese entonces, Pardo aumentó el presupuesto para las fuerzas armadas, multiplicó por diez el número de soldados profesionales y reformó la Policía Nacional entre muchas otras cosas. Hay quienes todavía creen que él es distinto a Uribe sólo porque Caracol y decenas de medios lo repiten una y mil veces.

De ahora en adelante diré que Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda. Así por los menos hasta llego a creérmela.

Los medios tienen tanta culpa como Uribe, su gabinete y todos los colombianos de que haya pasado lo que ha pasado, al igual de lo que no ha pasado.

Que la culpa la tiene Ecuador por cerrar fronteras. ¿Por qué cerraron? Porque Rafael Correa es un caprichoso que no está de acuerdo con Uribe. Nada de que nuestro presidente se metió sin permiso a ese país a matar guerrilleros. Él sí tenía permiso: de la moral, por la seguridad colombiana. No importa que el territorio sea ajeno.

Que Chávez está "deschavetado". "Esos presidentes de los países vecinos sí no. ¿No ve cómo mandaron a cerrar esos canales? Pura dictadura". Ahora les pregunto, ¿acaso no han visto lo que los comentario de Uribe le han ocasionado a Hollman Morris o a la senadora Piedad Córdoba? Hasta insultos en los aeropuertos.

"¿Cómo se les ocurre postular al premio Nobel de la Paz a esa negra? Juanes es quien se lo merece. Vea y verá que otro concierto para la paz y seguro se lo dan", decía mi hermano mientras mi abuela asentía.

Tantas culpas para atribuir. La cosa es que usted, los gobernantes y todos (incluyéndome, por supuesto) somos culpables, por acción o por omisión. Pero no se preocupe que Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda...

A la muestra

Siempre he dicho que lo que sigue después de la muerte de un ser querido es el egoísmo. Egoísmo de que esa persona ya no esté a mi lado, de que yo sufra, de que yo extrañe. Yo, yo, yo, yo.... siempre es así después de la muerte del otro.

A veces uno llega a creer (siempre lo hago) que esa persona sigue aquí. Que puede leer lo que uno escribe, que puede oír lo que uno dice, que puede sentir lo que uno siente. Cuando uno perdió a lo que más quería se aferra a pensar que no lo ha perdido.

Comparto con ustedes esta canción para que cada uno despierte a su eco de siglos de bella durmiente. Por mi parte, mi eco sigue alumbrando desde otro tiempo, desafiando las leyes del tiempo y de la distancia.

La voz es la vista de quien no ve, dice Saramago. Así por lo menos se pueden purgar las penas, digo yo. ¿Vos también tenés un eco presente? Comentá, saca el dolor así sea un poquito.


miércoles, octubre 7

La decoloración

El café de siempre les sirve de lugar de encuentro. Las ventanas empañadas impiden ver la soledad de las nevadas calles. Adentro, dos personas sentadas tomando su cappuccino habitual.

-El día está pálido -dice ella.
-Un día nunca está pálido -responde él.
-Claro que sí, en estos momentos y en este gobierno los días siempre son pálidos.


Después de varios cappuccinos, los dos entablan la primera conversación de la mañana.

-Es gracioso que ahora no se respete nada, ¿no crees?
-Yo pienso que sí se respeta... todo lo que no sea política ni derechos.
Hace unos días me reuní con unos compañeros que no veía desde hace algunos años. Debido a sus profesiones, hablamos de cosas totalmente ajenas a la política -Ella toma un trago de cappuccino para calentarse un poco-. Hablamos de muchas cosas: de nuestras vidas, nuestros trabajos y tantos temas más.

En la mesa en la que estábamos sentados (que incómodas son las mesas), había un periódico. Laura empezó a hablar de las profesiones. Que la economía estaba en todo, que si ella y Mateo se unieran, serían un peligro, porque una economista y un contador pueden desfalcar la empresa que quieran. Luego empezó Natalia a hablar de su ingeniera financiera. Que las derivadas, que los límites y otras cosas que mi "vocación" periodística no me permiten recordar.

Cuando ya ellos se habían reído solos, el diseño gráfico que había aprendido Diana la impulsó a señalar un artículo del periódico (que curiosamente había escrito yo) y dijo: "¿A que no saben qué fuente es esa? Apuesto lo que sea que nadie puede decirme el nombre de esa letra".

Después de ese comentario yo me reí y les conté que yo sólo podía pensar en las personas que dieron la información, en las fuentes, y no en el tipo de letra. Todos comenzaron a reír.

Puedo asegurar que eso no pasaría en cuestiones políticas. Ojalá algún día uno dijera que es de derecha o de izquierda, que es comunista o anarquista y la gente entendiera tan bien como lo hace con las cosas que le agradan.


El día no ha dejado de ser opaco. A lo lejos se ven los nubarrones que auguran más lluvias.

-¿Por qué mejor no nos vamos ya para algún lugar menos público? Dice él, mientras termina su cappuccino.
-...
-Digo, por eso de lo pálido que se van poniendo las cosas pero...
-Sí, tienes razón. Allá sí te podré decir mis pensamientos, en vez de estar contándote pendejadas. Vámonos antes de que también empalidezcamos nosotros.

lunes, octubre 5

A la muestra

Dulces sueños con verduras, ser distinto en otro mundo y rechazado en el de uno, andar sin ropa... tantas cosas chéveres en este video que hoy les muestro. Que los disfruten, ya me dirán en sus comentarios qué piensan.


jueves, octubre 1

Ingredientes para un noviazgo

Siempre he tenido ciertas adicciones. Morder a mi novio es una de ellas, porque me gusta verle la cara de susto que le da cuando me acerco muy rápidamente.

Hace unos días estábamos los dos caminando por la universidad. Mientras yo intentaba morder su brazo, poniéndolo a la altura de mi boca, se nos acercó un señor. Mi novio y yo pensamos que nos iba a preguntar dónde quedaba algún bloque, debido a su traje de paño azul oscuro, su pelo canoso y el maletín que cargaba en su mano.

Cuando él estuvo más cerca, fue metiendo su mano derecha en el bolsillo izquierdo de su pantalón y nos dijo:

-Aquí tengo sal y pimienta.

Siempre se siente bien...

Sin vino, sin marihuana, sin ron, sin aguardiente, sin cigarrillo, sin nada. Sólo con el dolor de espalda y el pensamiento que mañana tengo que madrugar. Saber que si me duermo ya, alcanzaré a dormir 5 horas, en una semana a la que le debo muchas horas de sueño; que se van a pagar todas el domingo... espero.

Saber que tengo un trabajo por entregar, que hay clase de seis, que mañana también trasnocho, que debo uno, dos, tres, cuatro artículos que ni siquiera he empezado a idear. Saber que no puedo dormir mañana por la tarde, sentir el cansancio en los ojos, en los pies, en el cuello (sobretodo en el cuello) pero querer seguir, así la mente no saque nada bueno esta noche.

"Maria Clara, ¿si va a hacer lo de su abuelo respecto al título de periodismo?", "acuérdese que necesito este artículo terminado para empezar a calificar el otro", "ve, ¿cómo vas con el escrito de las jornadas?", "¿Usted mañana qué va a hacer? ¿Viene temprano?", "no se te vaya olvidar lo de Telemellín".

Pensar que de nada sirve escribir estas cosas porque lo bueno ya está escrito, creer que es mejor guardármelo. Pensar mientras escribo que esto no va con el estilo. ¿Estilo?... La universidad hasta le hace creer que uno tiene estilo.

Saber que muero a cada segundo, sentir el vació que tengo por dentro desde hace 5 años, creer en un sentimiento que hemos convertido en una manera de ser, mortificarme pensando que voy a dormir poco y saber que no voy a ningunga parte con este escrito.

A pesar de eso, mis dedos no dejan de teclear algo que antes escribía en un papel. Siempre se siente bien. Cambiar de rutina, hacer lo que uno quiere y tirar lo que le aqueja, así sea por un momento. Soñar un rato, olvidarse de todo sin ayudas "externas", creer en que las cosas mejoran y que uno sirve para algo.

Siempre se siente bien... hasta que me pongo la pijamita rosada y ZÁS se acabó.