La frase



“Tan real como una fragancia”.
Jorge Drexler, Eco.



miércoles, octubre 28

A la muestra: El Caucanito

No todo es malo muchachos. Hay miles de cosas que pueden alegrar los días, que pueden lograr que las cosas cambien. Empezando porque cada uno haga algo porque las cosas cambien, claro está.

Pero bueno, como la vida también tiene cosas buenas, como la música, los amigos, los amigos con derechos, mi novio perdón el novio, en fin, aquí hay algo para que alegren su día o su noche.

Reír es bueno para la salud. Espero que sean bien saludables con este video de El Caucanito.


martes, octubre 27

Con amnesia y morfina

Que un muerto aquí, otro allá. Ayer hicieron el negocio del año, hoy se perdió la plata para hacerlo. Antes eran bombas y cuando éstas dejaron de estallar la gente creyó que en Medellín ya no había narcotráfico. Lo que pasa es que ya no viven con tanto escándalo, pero viven y matan como siempre.

“Lo bueno de aquí es que siempre hay noticia, siempre pasa algo”. Y pasan tantas cosas que ya nos volvimos inmunes al dolor, ya nos acostumbrados al desmembrado, desaparecido, asesinado, torturado, secuestrado y al desterrado. Ya olvidamos a todos a causa de la costumbre.


-¿Por qué lo imputaban?

- Por todo: secuestro, desaparición forzada, tráfico de drogas, porte ilegal de armas y homicidio. -Ahh, nada. Esas son las imputaciones de siempre.

La ilusión queda en que pasamos de la muerte a la esperanza. Unos carteles anunciaban que ‘A mí ciudad no vuelve la violencia’; la gente respondía ‘porque nunca se fue’.


Ya ni la ilusión, lo único que queda es ese efecto de la morfina para evitar el dolor de los actos y las consecuencias de la amnesia para olvidar que alguna vez leyeron y vivieron esto, para olvidar que lo seguimos viviendo día a día.

lunes, octubre 26

Monólogos dentro de un taxi

Sus vértebras están desviadas, comprimidas e inflamadas. Otra muestra más de que el cuerpo tiene un tiempo límite.

El Doctor Jiménez le dio una cita para ver si se necesitaba la cirugía. Luego de la consulta, ella estaba esperando un taxi afuera de la Clínica Medellín. Casualmente se montó en el mismo taxi que la había llevado esta mañana al banco.

-¿Hacia dónde vamos?
-A Laureles, por favor.

Después de algunas cuadras, él comienza a hablarle.

-Que tacos los de El Poblado. Aquí hay congestión a cualquier hora, especialmente a estas horas de la tarde, antes del Pico y Placa. La única hora en la que merma el tráfico es de 6 a 7, pero llegue antes de las 6 de la noche y están todas las mujeres luciéndose. Lo que pasa señora es que las amas de casa de por aquí hacen todo por la mañana y por la tarde salen en sus carros pintoretiadas hasta las orejas para que las vean. Se montan en carro sólo para atrevesar la Avenida del Poblado y visitar a una amiga que vive en frente. "Hola querida. ¿Ya viste mi nuevo carro? No, este no es el de mi esposo. Él está en la finca en estos momentos. Éste lo compramos como hace un mes". Para eso que cuando ellas se van a montar al taxi empiezan a hablar por celular. Cuando ya se montan le dicen a uno "Ay, que pena señor pero es que era una llamada muy importante desde Nueva York". Porque a ellas nunca las llaman de Barrio Colombia, de Lovaina ni siquiera de Laureles, sino de Nueva York.
-...

Después de que el taxista cantó aproximadamente 4 canciones, ella llega a su casa.

-Hasta luego señor, que esté muy bien. Muchas gracias.
(Eso sí es así, si uno quiere saber qué dice la mayoría de gente, es sólo hablar con un taxista)- piensa ella mientras el ascensor la sube al último piso del edificio.

Divina palabra, divina publicidad

La religión católica no puede huir a temas como la economía y la política. En los años 60, la iglesia promulgaba desde los púlpitos colombianos matar a los liberales, no dejarles ni una sola tierra. En ese tiempo, la iglesia se congraciaba con Rojas Pinilla y tantos otros 'pájaros', 'godos' o conservadores más para desalojar de sus tierras a cualquiera que fuera liberal.

Ahora, en pleno 2009, un padre de la Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, en Medellín, les dice a sus fieles que en las puertas están unos jóvenes recolectando firmas en contra de la Clínica de la Mujer. "Recuerde que nosotros los cristianos decimos sí a la vida, no al aborto". Imagino que eso estará pasando en todas las iglesias de la ciudad.

Para quienes no sepan, la Clínica de la Mujer era un proyecto de la Alcaldía de Medellín para crear un centro de salud en el que se atendiera solamente los casos de aborto despenalizados por la sentencia C-355 de 2006. Ésta dice que se puede abortar (sin carácter obligatorio) en caso de que haya malformación del feto, la vida de la mujer corra peligro, violación o inseminación artificial no consentida.

Ese pronunciamiento es totalmente válido, pero el hecho de no estar de acuerdo con el aborto no se puede relacionar con el no cumplimiento de una sentencia de la Corte Constitucional. Además de esta participación, está el juego en la economía para sostener la iglesia.

En verdad no sé cómo funcionan todas las iglesias católicas de Colombia pero me atrevo a hacer unas cuentas alegres de la Iglesia Santa Teresita en particular.

En esa iglesia hay, mal contadas, 90 bancas. En cada banca se sientan aproximadamente 4 personas, estando en una misa concurrida. Si seguimos estas cuentas, hay aproximadamente 360 personas, de las cuales 200 darán limosna. Debido al público que va a esta iglesia del barrio Laureles, vamos a poner una cifra promedio de 1.000 pesos de limosna voluntaria por cada persona, digo en promedio porque también dan billetes de 2.000, 5.000 y hasta de 10.000, al igual que monedas de 200 y 500. Siendo así, en una misa se pueden recoger hasta 200.000 pesos.

Las misas más concurridas son las del sábado a las 12 y a las 6 y las del domingo a las 7:30, 10, 12, 5 y 7. Eso sin contar los días festivos y ni qué hablar de los días en los que se celebra algo como la Semana Santa. Poniendo una cifra bastante baja, hablaremos de 7 misas concurridas cada semana en la que se cumplen mis datos de 360 personas, con 100.000 pesos de limosna en cada misa. En total serían $1.400.000 en un fin de semana y $5.600.000 en un mes, muy mal contados.

De ahí se saca la comida para el padre, la ayuda para las familias pobres, el sostenimiento de la iglesia y no sé qué otras cosas más.

Esta cifra de $5.600.000 es sólo de las limosnas, pero también está el aporte que mandan de Roma para las iglesias colombianas. Además, hay una caja que dice "Ofrenda para las almas del purgatorio". La caja tiene una pequeña ranura para billetes y monedas. ¿Cuánto se gastará en un día un alma en purgación? Será una investigación a tener en cuenta.

Aparte de todo esto de la ofrenda, la limosna y lo que recibe la iglesia, se venden espacios publicitarios en las lecturas del día.

La publicidad es de Tax Individual, una empresa de taxis de la ciudad. Este anuncio ocupa una cuarta parte del lado de atrás de la hoja. Hay que hacerlo notar, no vaya a ser que usted se caiga yendo a misa, mejor pida un taxi al 444 44 44.

Seguro que los padres de la iglesia católica debieron haber hecho un curso de manejo de la palabra y cómo publicitar una idea. Los felicito, lo están haciendo muy bien. No importa que la vida de la mujer corra más peligro en un aborto ilegal que con un médico especializado. Mejor recolectar firmas y vender espacios para una empresa de taxis.

Recuerde, Dios ama a quien da con alegría.

viernes, octubre 9

Mentira, mentira, mentira... verdad

Goebbels (el ministro de propaganda de Hitler) aseguraba que al decir mil veces una mentira, ésta se convertiría en verdad. No es que uno diga mil veces Beetlejuice y él aparezca de verdad, sino que la gente estará segura de que aparecerá.

La guerrilla está acabada, la guerrilla está acabada, la guerrilla está acabada y hasta se acaba en el imaginario de la gente. Claro, además de que los medios (casi a la misma vez) dejaron de hablar de la guerrilla y los paramilitares porque todo ahora es delincuencia común. La guerrilla o los paramilitares sólo existen cuando hay una incautación, un allanamiento, una detención o cualquier otra cosa por el estilo.

Caracol Radio, antes de las elecciones a la candidatura presidencial del Polo Democrático Alternativo y del Partido Liberal, invitó constantemente a Rafael Pardo a la cabina, otras veces (pocas) a Gustavo Petro. O los llamaban, o hablaban de ellos o sacaban encuestas para hablar de las altas posibilidades que ellos tenían de ganar. Preciso, ganaron.

Muchos dicen que Rafael Pardo es la opción que puede ganar y que es diferente a Uribe. Lo que muchos no saben es que él fue ponente de la primera versión del proyecto de la Ley de Justicia y Paz, fue senador por parte de Cambio Radical en 2002 y fue ministro de defensa en el mandato de César Gaviria (1990 - 1994). En ese entonces, Pardo aumentó el presupuesto para las fuerzas armadas, multiplicó por diez el número de soldados profesionales y reformó la Policía Nacional entre muchas otras cosas. Hay quienes todavía creen que él es distinto a Uribe sólo porque Caracol y decenas de medios lo repiten una y mil veces.

De ahora en adelante diré que Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda. Así por los menos hasta llego a creérmela.

Los medios tienen tanta culpa como Uribe, su gabinete y todos los colombianos de que haya pasado lo que ha pasado, al igual de lo que no ha pasado.

Que la culpa la tiene Ecuador por cerrar fronteras. ¿Por qué cerraron? Porque Rafael Correa es un caprichoso que no está de acuerdo con Uribe. Nada de que nuestro presidente se metió sin permiso a ese país a matar guerrilleros. Él sí tenía permiso: de la moral, por la seguridad colombiana. No importa que el territorio sea ajeno.

Que Chávez está "deschavetado". "Esos presidentes de los países vecinos sí no. ¿No ve cómo mandaron a cerrar esos canales? Pura dictadura". Ahora les pregunto, ¿acaso no han visto lo que los comentario de Uribe le han ocasionado a Hollman Morris o a la senadora Piedad Córdoba? Hasta insultos en los aeropuertos.

"¿Cómo se les ocurre postular al premio Nobel de la Paz a esa negra? Juanes es quien se lo merece. Vea y verá que otro concierto para la paz y seguro se lo dan", decía mi hermano mientras mi abuela asentía.

Tantas culpas para atribuir. La cosa es que usted, los gobernantes y todos (incluyéndome, por supuesto) somos culpables, por acción o por omisión. Pero no se preocupe que Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda, Uribe no queda...

A la muestra

Siempre he dicho que lo que sigue después de la muerte de un ser querido es el egoísmo. Egoísmo de que esa persona ya no esté a mi lado, de que yo sufra, de que yo extrañe. Yo, yo, yo, yo.... siempre es así después de la muerte del otro.

A veces uno llega a creer (siempre lo hago) que esa persona sigue aquí. Que puede leer lo que uno escribe, que puede oír lo que uno dice, que puede sentir lo que uno siente. Cuando uno perdió a lo que más quería se aferra a pensar que no lo ha perdido.

Comparto con ustedes esta canción para que cada uno despierte a su eco de siglos de bella durmiente. Por mi parte, mi eco sigue alumbrando desde otro tiempo, desafiando las leyes del tiempo y de la distancia.

La voz es la vista de quien no ve, dice Saramago. Así por lo menos se pueden purgar las penas, digo yo. ¿Vos también tenés un eco presente? Comentá, saca el dolor así sea un poquito.


miércoles, octubre 7

La decoloración

El café de siempre les sirve de lugar de encuentro. Las ventanas empañadas impiden ver la soledad de las nevadas calles. Adentro, dos personas sentadas tomando su cappuccino habitual.

-El día está pálido -dice ella.
-Un día nunca está pálido -responde él.
-Claro que sí, en estos momentos y en este gobierno los días siempre son pálidos.


Después de varios cappuccinos, los dos entablan la primera conversación de la mañana.

-Es gracioso que ahora no se respete nada, ¿no crees?
-Yo pienso que sí se respeta... todo lo que no sea política ni derechos.
Hace unos días me reuní con unos compañeros que no veía desde hace algunos años. Debido a sus profesiones, hablamos de cosas totalmente ajenas a la política -Ella toma un trago de cappuccino para calentarse un poco-. Hablamos de muchas cosas: de nuestras vidas, nuestros trabajos y tantos temas más.

En la mesa en la que estábamos sentados (que incómodas son las mesas), había un periódico. Laura empezó a hablar de las profesiones. Que la economía estaba en todo, que si ella y Mateo se unieran, serían un peligro, porque una economista y un contador pueden desfalcar la empresa que quieran. Luego empezó Natalia a hablar de su ingeniera financiera. Que las derivadas, que los límites y otras cosas que mi "vocación" periodística no me permiten recordar.

Cuando ya ellos se habían reído solos, el diseño gráfico que había aprendido Diana la impulsó a señalar un artículo del periódico (que curiosamente había escrito yo) y dijo: "¿A que no saben qué fuente es esa? Apuesto lo que sea que nadie puede decirme el nombre de esa letra".

Después de ese comentario yo me reí y les conté que yo sólo podía pensar en las personas que dieron la información, en las fuentes, y no en el tipo de letra. Todos comenzaron a reír.

Puedo asegurar que eso no pasaría en cuestiones políticas. Ojalá algún día uno dijera que es de derecha o de izquierda, que es comunista o anarquista y la gente entendiera tan bien como lo hace con las cosas que le agradan.


El día no ha dejado de ser opaco. A lo lejos se ven los nubarrones que auguran más lluvias.

-¿Por qué mejor no nos vamos ya para algún lugar menos público? Dice él, mientras termina su cappuccino.
-...
-Digo, por eso de lo pálido que se van poniendo las cosas pero...
-Sí, tienes razón. Allá sí te podré decir mis pensamientos, en vez de estar contándote pendejadas. Vámonos antes de que también empalidezcamos nosotros.

lunes, octubre 5

A la muestra

Dulces sueños con verduras, ser distinto en otro mundo y rechazado en el de uno, andar sin ropa... tantas cosas chéveres en este video que hoy les muestro. Que los disfruten, ya me dirán en sus comentarios qué piensan.


jueves, octubre 1

Ingredientes para un noviazgo

Siempre he tenido ciertas adicciones. Morder a mi novio es una de ellas, porque me gusta verle la cara de susto que le da cuando me acerco muy rápidamente.

Hace unos días estábamos los dos caminando por la universidad. Mientras yo intentaba morder su brazo, poniéndolo a la altura de mi boca, se nos acercó un señor. Mi novio y yo pensamos que nos iba a preguntar dónde quedaba algún bloque, debido a su traje de paño azul oscuro, su pelo canoso y el maletín que cargaba en su mano.

Cuando él estuvo más cerca, fue metiendo su mano derecha en el bolsillo izquierdo de su pantalón y nos dijo:

-Aquí tengo sal y pimienta.

Siempre se siente bien...

Sin vino, sin marihuana, sin ron, sin aguardiente, sin cigarrillo, sin nada. Sólo con el dolor de espalda y el pensamiento que mañana tengo que madrugar. Saber que si me duermo ya, alcanzaré a dormir 5 horas, en una semana a la que le debo muchas horas de sueño; que se van a pagar todas el domingo... espero.

Saber que tengo un trabajo por entregar, que hay clase de seis, que mañana también trasnocho, que debo uno, dos, tres, cuatro artículos que ni siquiera he empezado a idear. Saber que no puedo dormir mañana por la tarde, sentir el cansancio en los ojos, en los pies, en el cuello (sobretodo en el cuello) pero querer seguir, así la mente no saque nada bueno esta noche.

"Maria Clara, ¿si va a hacer lo de su abuelo respecto al título de periodismo?", "acuérdese que necesito este artículo terminado para empezar a calificar el otro", "ve, ¿cómo vas con el escrito de las jornadas?", "¿Usted mañana qué va a hacer? ¿Viene temprano?", "no se te vaya olvidar lo de Telemellín".

Pensar que de nada sirve escribir estas cosas porque lo bueno ya está escrito, creer que es mejor guardármelo. Pensar mientras escribo que esto no va con el estilo. ¿Estilo?... La universidad hasta le hace creer que uno tiene estilo.

Saber que muero a cada segundo, sentir el vació que tengo por dentro desde hace 5 años, creer en un sentimiento que hemos convertido en una manera de ser, mortificarme pensando que voy a dormir poco y saber que no voy a ningunga parte con este escrito.

A pesar de eso, mis dedos no dejan de teclear algo que antes escribía en un papel. Siempre se siente bien. Cambiar de rutina, hacer lo que uno quiere y tirar lo que le aqueja, así sea por un momento. Soñar un rato, olvidarse de todo sin ayudas "externas", creer en que las cosas mejoran y que uno sirve para algo.

Siempre se siente bien... hasta que me pongo la pijamita rosada y ZÁS se acabó.