La frase



“Tan real como una fragancia”.
Jorge Drexler, Eco.



lunes, octubre 26

Monólogos dentro de un taxi

Sus vértebras están desviadas, comprimidas e inflamadas. Otra muestra más de que el cuerpo tiene un tiempo límite.

El Doctor Jiménez le dio una cita para ver si se necesitaba la cirugía. Luego de la consulta, ella estaba esperando un taxi afuera de la Clínica Medellín. Casualmente se montó en el mismo taxi que la había llevado esta mañana al banco.

-¿Hacia dónde vamos?
-A Laureles, por favor.

Después de algunas cuadras, él comienza a hablarle.

-Que tacos los de El Poblado. Aquí hay congestión a cualquier hora, especialmente a estas horas de la tarde, antes del Pico y Placa. La única hora en la que merma el tráfico es de 6 a 7, pero llegue antes de las 6 de la noche y están todas las mujeres luciéndose. Lo que pasa señora es que las amas de casa de por aquí hacen todo por la mañana y por la tarde salen en sus carros pintoretiadas hasta las orejas para que las vean. Se montan en carro sólo para atrevesar la Avenida del Poblado y visitar a una amiga que vive en frente. "Hola querida. ¿Ya viste mi nuevo carro? No, este no es el de mi esposo. Él está en la finca en estos momentos. Éste lo compramos como hace un mes". Para eso que cuando ellas se van a montar al taxi empiezan a hablar por celular. Cuando ya se montan le dicen a uno "Ay, que pena señor pero es que era una llamada muy importante desde Nueva York". Porque a ellas nunca las llaman de Barrio Colombia, de Lovaina ni siquiera de Laureles, sino de Nueva York.
-...

Después de que el taxista cantó aproximadamente 4 canciones, ella llega a su casa.

-Hasta luego señor, que esté muy bien. Muchas gracias.
(Eso sí es así, si uno quiere saber qué dice la mayoría de gente, es sólo hablar con un taxista)- piensa ella mientras el ascensor la sube al último piso del edificio.

1 comentario:

Lucas Vargas Sierra dijo...

Comentario de un taxista, alguna vez que venía desde el Poblado hasta Miravalle, en el momento en que yo estoy abriendo la puerta:

"Parcero, monte bajo su propio riesgo, yo estoy pero trabado".

Llegué en ocho minutos.